Estos recursos lo equiparán para dirigir un taller de siete sesiones sobre el cumplimiento de la visión de Dios. Desde nuestros primeros recuerdos de la infancia, todos soñamos con convertirnos en algo grandioso, ir a un lugar espectacular o ser parte de algo significativo. Nacido en el corazón de cada persona es un sueño de sueños más grande que la vida, más grande que nosotros. Dios puso esta capacidad en nuestras vidas para que pudiéramos recibir sueños y visiones de Dios. Al recibir e interpretar estos sueños y visiones, entonces dependeríamos de Él y nos asociaríamos con Él en el cumplimiento de lo que Él podría hacer a través de nosotros. Después de todo, fuimos creados “por Él y para Él”.

Uno de los mayores desafíos que enfrentamos como líderes hoy es cómo definir nuestra visión, implementarla y verla madurar completamente en el plan deseado por Dios. La visión no debe ser abstracta o nebulosa, debe ser definida, comunicada y al frente de todas nuestras reuniones, oraciones y planes.